La enseñanza en una tarea profesional en la cual te puedes aburrir o por lo contrario, te puedes encantar día a día.
No creo que existan sujetos con la motivación o vocación de enseñar, que se cuestionen si verdaderamente vale la pena dedicar toda una vida a planificar clases, revisar pruebas, lidiar con las calificaciones o al hecho de interactuar con niños o adolescentes. Es tarea del propio profesor cambiar esta visión y estos cuestionamientos, de querer hacer bien su trabajo y entregar lo mejor de sí para obtener logros positivos y significativos. Nadie nos enseña a ser profesores, lo aprendemos en el camino a través del ensayo y error, lo cual nos entregará una identificación y una identidad de qué tipo de profesores o guías queremos ser para nuestros estudiantes, para ello existen 2 factores imprescindibles a la hora de trabajar y querer dedicarse a esta labor, la motivación y la vocación. Esta última la entendemos como la disposición “natural” al realizar ciertas actividades, en cambio la motivación la entendemos como los estímulos que recibimos y que nos mueven a realizar diferentes acciones y persistir en ellas hasta su término.
La motivación para ser docentes son motivos racionales y emocionales, los cuales nos moverán hacia una perspectiva positiva de la educación en la cual se reflejará lo bien que se está realizando la tarea docente y por lo tanto a que los estudiantes reciban los conocimientos necesarios y puedan encantarse día a día con los contenidos, a través de la exploración, indagación y aplicación de éstos. Resultados que a la larga enorgullecerán a los profesores en cuanto a los resultados que se lograron, y que puedan ser expresados en distintos escenarios y contextos.
Para Brunner la motivación recibe tres formas: “La curiosidad (aspecto novedoso de la situación). La competencia (que motiva al sujeto a controlar el ambiente y a desarrollar las habilidades personales y de reciprocidad). La necesidad de adoptar estándares de conducta acordes con la demanda de la situación”, formas que se entrelazan en tanto a la motivación inicial para ser un docente y como estrategia para trabajar en aula con los estudiantes. No nos quedemos con la idea de que la labor pedagógica radica o descansa en sólo entregar conocimientos, sino también a ser partícipes en la construcción de ellos.
Quiero ser un profesor no sólo porque me gustan los niños, quiero que mi labor se proyecte a futuro y den sus frutos para que sirvan a nuestra familia, nuestra sociedad y nuestro país. Construyamos y formemos a sujetos desde la motivación que nos despierta y nos mueve para encontrar satisfacción en que la labor que hemos realizado sea buena y positiva, y lograr decir ¡Tarea cumplida!
No creo que existan sujetos con la motivación o vocación de enseñar, que se cuestionen si verdaderamente vale la pena dedicar toda una vida a planificar clases, revisar pruebas, lidiar con las calificaciones o al hecho de interactuar con niños o adolescentes. Es tarea del propio profesor cambiar esta visión y estos cuestionamientos, de querer hacer bien su trabajo y entregar lo mejor de sí para obtener logros positivos y significativos. Nadie nos enseña a ser profesores, lo aprendemos en el camino a través del ensayo y error, lo cual nos entregará una identificación y una identidad de qué tipo de profesores o guías queremos ser para nuestros estudiantes, para ello existen 2 factores imprescindibles a la hora de trabajar y querer dedicarse a esta labor, la motivación y la vocación. Esta última la entendemos como la disposición “natural” al realizar ciertas actividades, en cambio la motivación la entendemos como los estímulos que recibimos y que nos mueven a realizar diferentes acciones y persistir en ellas hasta su término.
La motivación para ser docentes son motivos racionales y emocionales, los cuales nos moverán hacia una perspectiva positiva de la educación en la cual se reflejará lo bien que se está realizando la tarea docente y por lo tanto a que los estudiantes reciban los conocimientos necesarios y puedan encantarse día a día con los contenidos, a través de la exploración, indagación y aplicación de éstos. Resultados que a la larga enorgullecerán a los profesores en cuanto a los resultados que se lograron, y que puedan ser expresados en distintos escenarios y contextos.
Para Brunner la motivación recibe tres formas: “La curiosidad (aspecto novedoso de la situación). La competencia (que motiva al sujeto a controlar el ambiente y a desarrollar las habilidades personales y de reciprocidad). La necesidad de adoptar estándares de conducta acordes con la demanda de la situación”, formas que se entrelazan en tanto a la motivación inicial para ser un docente y como estrategia para trabajar en aula con los estudiantes. No nos quedemos con la idea de que la labor pedagógica radica o descansa en sólo entregar conocimientos, sino también a ser partícipes en la construcción de ellos.
Quiero ser un profesor no sólo porque me gustan los niños, quiero que mi labor se proyecte a futuro y den sus frutos para que sirvan a nuestra familia, nuestra sociedad y nuestro país. Construyamos y formemos a sujetos desde la motivación que nos despierta y nos mueve para encontrar satisfacción en que la labor que hemos realizado sea buena y positiva, y lograr decir ¡Tarea cumplida!
Ensayo escrito por Francisca del Real
Estudiante de 2º año Pedagogía en Educación Gral. Básica
Universidad del Pacífico
Carla: creo que es nuestra responsabilidad cambiar la forma que actualmente se esta viendo la motivación docente, es cierto que muchos factores influyen es esto pero depende únicamente de nosotros los futuros docentes de cambiar y modificar la mentalidad que actualmente se tiene de la educación, me parece interesante que una estudiante de pedagogía plantee las interrogantes dudas que existen de la motivación docente y que estas logren hacer reflexionar a todos nosotros, tal como uno dice estudie esto porque me gustan los niños pero creo que más que eso tu eres el puente para mejorar un país o más un mundo las felicito
ResponderEliminarMuchas gracias estimada Carla, la idea es que no solo el gusto por los niños nos lleven a estudiar o seguir una carrera de pedagogía, existen otros factores como la motivación y la vocación que son determinantes a la hora de realizar la labor pedagógica, espero sigas comentando. Gracias
ResponderEliminarSi hicieramos una encuesta a todos los docentes y a los futuros docentes sobre qué los motivó a seguir la carrera de poedagogía, creo que sería muy alto el porentaje de quienes optaron por esta carrera por que es "fácil" o me encantan los niños... razones muy básicas que nisiquiera merecen análisis, porque la verdad es que la educación está como está por estas problemáticas. Y que rico sería escuchar de todos los profes que estan contentos con su labor...
ResponderEliminarAna María, estudiante de pedagogía.
que interesante, la verdad es que es muy díficil hacer ese cambio de mentalidad, el ideal a cumplir es el mejor pero es tan difícil llevarse a cabo. Ojala todos los docentes y futuros docentes pensaran asi para llevar a cabo ese cambio en sus prácticas y por supuesto esto se veria reflejado en los estudiantes. Espero de todo corazón que tu ideal permanezca y no te consuma el sistema.
ResponderEliminarQue en tema me parece interesante conocer opiniones de estudiantes de pedagogía en el ámbito de la motivación docente
ResponderEliminarAunque aveces pasa desaparcibido el tema de la motivación porque se tapa con otras problemáticas...muy buena propuesta. Espero más artículos sobre el tema, ya que sin motivación en los profes, no se construye mucho creo yo.
ResponderEliminarSaludos.
Carolina Cerda
Creo que la vocación a la enseñanza no se encuentra en quien estudia pedagogía de forma exclusiva, especialmente en la enseñanza a nivel escolar. La vocación a enseñar a otros viene (según mi mirada) de quien siente una verdadera satisfacción al traspasar conocimientos. Es cierto, y no lo pongo en duda, que para enseñar a niños en su educación básica, se requiere de una formación que ayude a entenderlos y saber cómo tratar con ellos, por lo que quien quiere enseñarle a estos si debiese tener una vocación hacia la educación parvularia, ya que tiene que traspasar una gran parte de los conocimientos no solo académicos, sino también sociales a los alumnos. Sin embargo, enseñar a jóvenes en su educación media creo que no es algo que debe ser hecho de forma exclusiva por quienes estudiaron una pedagogía. Cuando las áreas de estudio se diversifican y se especializan, quien mejor puede traspasar los conocimientos no es a quien le gusta enseñar solamente, sino quien se apasiona por lo que enseña, y esto último creo que es más fácil, más productivo y, sin duda, más justo encontrarlo en otras áreas profesionales mas allá de la pedagogía.
ResponderEliminarEsto no es decir que un licenciado en historia pueda enseñar mejor la historia a los escolares que un licenciado en educación con su título profesional de profesor de historia, geografía y educación cívica (A.K.A. pedagogía en historia), pero tampoco es posible refutarlo.
De aquí el punto que quiero hacer con respecto a la nueva reforma con su serie de subsidios a quienes optan por carreras de pedagogía: es una reforma coja.
Si bien fomentar el estudio de la educación es una buena causa, y tener profesores de buen nivel es una necesidad, los subsidios económicos atraerán gente que no solo ahora va a estudiar pedagogía por que antes pensaba que era una carrera que daba poco dinero, sino que también atraerá gente que piensa que da más dinero que otra profesión, logrando que quien se convierta en educador pueda tener tanto una vocación al estudio o simplemente ser la alternativa más rentable (como paso con muchas carreras antes, sea psicología, ingeniería comercial, derecho, etc.). Con esto, el principal motivo de la reforma se queda atrás.
Por otro lado, una alternativa no considerada es que a profesionales de áreas de estudio escolar específico (historiadores, músicos, artistas, matemáticos, licenciados en distintas áreas) sean capacitados, o su capacitación sea subsidiada, para poder ser profesores. Con esto se tendría gente que se apasiona por lo que enseña y que sabe enseñar, y que puede tratar con los alumnos. Más aun, quien se incline por la pedagogía ya habiendo estudiado otra cosa, muestra un rasgo diferenciador que lo identifica como alguien con vocación a la enseñanza.
Si bien la reforma no es completamente mala, tiene muchas fallas (creo yo) como las que menciono. Nuevamente, no es decir que ahora todos los que estudien pedagogía lo harán por un interés monetario ni que los historiadores enseñan mejor historias que los pedagogos en historia, pero sin duda son cosas que hay que considerar.
Otro día se puede comentar sobre el aumento de las horas de ciertas asignaturas con la disminución de otras.
Ramiro muchas gracias por darnos tu punto de vista, pero en muchas ocasiones vemos cómo ingenieros hacen clases de mtemáticas sin ser pedagogos y que trae...bueno los resultados estan a la vista. Creo que la pedagogia se puede realizar por cualquier quien sienta el deseo de enseñar, pero los que estudiamos pedagogogía sabemos cómo ya que estudiamos todas las aristas que implica formar a una persona o enseñarle.
ResponderEliminarSaludos
Estoy muy de acuerdo de que nadie nos enseña a ser profesores, en la universidad solo nos entregan los conocimientos. Como tú dices los factores más importantes son la motivación y vocación,ya que, aunque seas el mejor alumnos del mundo sin esas importantisimas carácteristicas es imposible ser UN EDUCADOR QUE ENTREGUE APREDIZAJE PROFUNDO Y DE CALIDAD
ResponderEliminarhola me llamo rodrigo. encuentro positivo que se creen sitios web como estos compartiendo tematicas tan importantes como la motivacion de los profesores. es un tema muy importante hoy en dia su sumamos la crisis que se esta viviendo a nivel de la educacion medias, en relacion a la disminucion de horas. espero que tengan mucho exito con su blog saludos!
ResponderEliminarFabien: me parece interesante el tema en especial lo que esta sucediendo actualmente con la educación chilena.
ResponderEliminarBerta creo que es bueno que los estudiantes de hoy de pedagogía en básica les interese el tema de la motivación docente.
ResponderEliminarEncuentro maravilloso lo escrito en el blog referido al que hacer y que es un docente de verdad, no cualquier persona puede ser un docente, ya que necesita dedicación y pasión por lo que hace, como las palabras que se representan en lo escrito por ende se puede inferir que la futura docente que escribió este vello texto informativo sera tal cual a lo que ella menciono como un buen docente un sujete a apasionado y dedicado por lo que hace.
ResponderEliminarfelicidades y un gran aplauso por lo escrito.
Que importante y relevante es la formación como docentes, pero con especial énfasis en la motivación íntrinsica de cada docente para perfeccionarse y entregar lo mejor de si mismo en cada momento con todos los niños. Pero no se debe dejar de lado la motivación que los profesores entregan a quienes se forman como futuros docentes para estimularlos y formarlos de la mejor manera posible. Ojala el ideal que tiene Francisca se cumpla junto a todas nosotras, para producir cambios reales y valiosos en la educación.
ResponderEliminarGonzalo: La vocación es fundamental en el ámbito de la educación, puesto a que el transmitir conocimientos y que estos se transformen luego en aprendizajes significativos no lo puede llevar a cabo cualquier persona, este debe tener las capacidades y las competencias necesarias para que los alumnos internalicen la información. También es importante que en esta sociedad del conocimiento, como la que se vive hoy en día, docente complemente sus conocimientos con las nuevas tecnologías y que haga participe a los alumnos dentro de su clase.
ResponderEliminarMe parece muy bueno tu artículo y tu punto de vista con respecto a la educación y el rol docente. Por el contrario no estoy de acuerdo con el comentario de "Ana maría" que dice que "si se hiciera una encuesta, muchos responderían que estudian pedagogía porque es fácil”. Yo creo que no. En mi punto de vista la mayor parte de los que ingresan a estudiar pedagogía es por vocación, puesto a que creo que todos estamos consientes de nuestra realidad en el futuro, como lo es el campo laboral, las remuneraciones, la forma en que menosprecian esta carrera profesional en comparación a otras, etc. Pero de igual modo escogimos esta. Si alguien quisiera estudiar una carrera fácil, es mejor que no entre a la universidad, hay muchos institutos y centros de formación técnica que imparten carreras que duran 2 o 3 años, incluso menos. La pedagogía no es para nada de fácil.
Gracias Gonzalo por querer compartir tu punto de vista y por dar tu opinión sobre otros comentario. Estoy de acuerdo contigo que por dinero no estudiamos esta carrera.
ResponderEliminarEspero nos visites pronto. Saludos
La vocación, tal como se expone en la publicación, debería ser inherente y natural a todos los que estudiamos pedagogía.
ResponderEliminarOtro tema importante es la motivación, que muchas veces se ve disminuida tanto por problemas personales, por el futuro laboral que podrías llegar a tener, etc.
Pero personalmente creo que la motivación puede ser alimentada diariamente con el solo hecho de ver a la sociedad actual; entregada al consumismo, ignorante en su historia, sin aprecio ni respeto por las personas de los países vecinos (que son tan mestizos como nosotros), sin conciencia social, sin conocimiento ni respeto por las culturas que vivieron en nuestro territorio, etc...
Mi motivación tal como dice Francisca es aportar con mi "granito de arena" a la sociedad, intentando formar a jóvenes proactivos, conscientes de lo que son, de donde vienen y todo lo que pueden llegar a lograr trabajando en equipo y por un bien común.
A diferencia de Ramiro, veo a esta profesión como una instancia en donde mi trabajo puede influir positivamente a la sociedad, y no como un trabajo para enriquecer mi bolsillo. Aunque hay que respetar la diversidad...
Creo que en definitiva el factor principal de aquellos que deciden estudiar Pedagogía y dedicar su vida a la educación de otros está en esa inquietud interna sobre lo que deseamos para nuestra sociedad y lo que queremos y sentimos necesitar como supuestos de seres humanos. Es interesante como el tema de la vocación desempeña un rol tan importante y define en cierta medida la calidad del docente de cada aula. Un profesor es un actor con intereses sociales, que concentra sus preocupaciones en el desarrollo de su tierra, por eso es cuestionable, por ejemplo la gratuidad de la carrera, por que es seguro que habrá muchos que agradecerán la oportunidad de estudiar gratuitamente lo que aman, pero también habrá muchos otros que verán la carrera como una oportunidad de tener un cartón. De todas maneras, en la cancha se ven los gallos, y quizás muchos de ellos no terminen la carrera justamente por la falta de vocación, y se perderán recursos que estoy segura, otros, estarían encantados de aprovechar.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que un ingeniero tal cual enseñando matemáticas no es una opción, sin embargo como dije, creo que a un ingeniero se le puede hacer una capacitacion para lograr que enseñe conocimientos de la forma adecuado y sepa tratar con los alumnos.
ResponderEliminarY nuevamente, un pedagogo en la etapa inicial de los alumnos, o sea en la educacación básica, si debe tener un conocimiento más profundo de como tratar con los alumnos (y estudiar pedagogia) pero cuando el área es más específica, digamos el diferenciado de matemáticas de 3ro y 4to medio, otra persona con un conocimiento más profundo de la materia y una mayor aplicación de esta puede, creo yo, ser apropiadamente instruido para dar clases a escolares (no de la nada, claro)
La vocación quizas es el elemento de la profesión docente más cuestionado hoy en día, por lo que vemos y creemos de la educación, escuchar a otros señalar lo facil que es estudiar pedagogía en comparación a otras disciplinas es una constante, sin embargo aquel que cree y disfruta de lo que hace valora su trabajo si esperar que otros lo valoren por el y disfruta de los logros de sus estudiantes y no de los logros personales cuando señala como tu lo planteas tarea cumplida... algunos dicen por ahi que para se profesor hay que tener vocación Franciscana, talvez sea cierto porque el docente es generoso y humilde pues lo que realmente lo provoca y sublima son los logros de sus estudiantes motor para desarrolar su labor día a día... buen artículo Farncisca, buen tema también y que importante es en estos días reflexionar, cuestionarse y a partir de ello mejorar lo que como docentes y seres humanos esperamos realizar en la vida...
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